Os presento a mi padre, en su faceta de artesano, vistiendo una botella de cristal con esparto recolectado y tratado por él mismo.
Se ha encariñado con este humilde arte después de asistir a varios talleres, y ahora se atreve a realizar cosas más complejas, como la funda para esta botella de cristal, que es un regalo para un amigo suyo. Hay que tener paciencia y mucha perseverancia. Esta funda la terminó bastante rápido, en unos 3 o 4 días, cosiendo sin parar día y noche, con la tele de fondo. Daba gusto verlo enfocado y entregado a la tarea.
En agosto lo acompañé a una de sus excursiones para recolectar el esparto, y fuimos a Alcozarejos. Luego viene el tratado del esparto porque no sirve tal cual se recoge, lleva su proceso antes de estar listo para ser manipulado.
También hace cestos de esparto de diferentes tamaños, que están por toda la casa cumpliendo diferentes funciones, y que yo uso para abastecerme de moras salvajes. La cestería es una de las técnicas más tradicionales del esparto. El ancestral arte de trenzar esparto tiene mucho arraigo en la provincia de Albacete, y me enorgullece que mi padre continúe esta tradición. Hay pocas cosas que produzcan más satisfacción que poder utilizar cosas hechas a mano por uno mismo, con cariño y esmero.